Recuerdo allá por los "early" 90 cuando Hay Group implantó la retribución variable en una gran parte de empresas en España. Por aquel entonces yo era un mando medio en una gran multinacional y recuerdo perfectamente como nos reunieron a todos para que una representante de Hay nos contara qué era aquello que iban a implantar y que nos sonaba un poco a chino.
Bien, la "charla" duro ocho horas y podría decir que siete las dedico a explicarnos que era un objetivo y como se filtraba. Repasamos el GROW, el SMART, el PURE etc. es decir nos debía quedar a todos muy claro que sólo cobraríamos aquella "paga de beneficios" (como nosotros la entendíamos) si cumplíamos con todos esos requisitos y lógicamente si finalmente como consecuencia de seguir toda esa metodología conseguíamos los nombrados OBJETIVOS que nos marcaran.
Como tengo educación anglo-sajona recuerdo haber esbozado una gran sonrisa al entender que por fin, en nuestra empresa, se iba a seguir un método inteligente y que por puro sentido común sería muy efectivo y que además todos ganaríamos a cambio de ese esfuerzo y nueva forma de hacer las cosas.
De todo lo que nos contó lo que más me gustó fue que cada mes, nuestro jefe inmediato tendría una reunión de seguimiento con cada uno de los jefes para repasar, analizar y orientarnos si fuera necesario con el propósito de que es objetivos marcados se cumplieran.
Después de aquella reunión permanecí 18 años más en aquella misma empresa. Por supuesto que cobré cada año mi retribución variable por objetivos, pero aún estoy esperando que alguno de mis jefes (tuve unos cuantos) se reúna conmigo para hacer seguimiento.
Casi 23 años después de aquella reunión, sigo viviendo, cada día, en otras empresas con las que trabajo que aquello de hacer seguimiento a los objetivos que se marcan se aleja completamente de la realidad.
En España, señores, no sabemos lo que es un Objetivo o peor aún, no sabemos trabajar por objetivos. (Sálvese quien pueda, que alguna empresa habrá... lamentablemente una minoría). Al recordar esto, no me extraña que cuando hablamos de Coaching que básicamente es una técnica para conseguir los objetivos marcados, a muchas empresas les suene a chino que se necesite una técnica para tal cometido.
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