lunes, 26 de marzo de 2012

Por que no funcionan mis relaciones?

Todos nos hemos preguntado alguna vez por qué no funcionan algunas de nuestras relaciones, ya sean  de tipo romántico, de amistad o profesionales. Normalmente cuando buscamos un motivo, solemos encontrar varios, entre ellos esa falta de "química" de la que tanto se habla.

Es cierto que nos sentimos atraídos hacia algunas personas más que hacia otras, pero... por qué no funcionan entonces esas relaciones que comenzaron entre personas que sí se atraían o se gustaban?

Los seres humanos somos seres meramente emocionales. No hace falta ser científico para saber que cuando nos dejamos llevar por la emoción nuestra razón se nubla y no podemos pensar con claridad (enfado, ira, miedo, enamoramiento,etc.).  Y ya va siendo cada vez más conocido que en el entorno profesional, una buena gestión de las emociones es la clave del éxito. Sin embargo es más frecuente encontrar obstáculos que facilidades cuando dos o más personas interactúan.

La razón por la que no funcionan en ocasiones (puntuales o no) cualquier tipo de relación se debe fundamentalmente a la falta de equilibrio emocional en alguna o en las dos partes. Es importante saber que ese equilibrio depende del propio individuo, sin embargo, si somos la "otra parte" y estamos realmente interesados en hacer que esa relación funcione, podemos hacer mucho para ayudar a conseguirlo y de esa forma juegue a nuestro favor, o mejor dicho, a favor de la relación por la que apostamos.

A continuación os detallo las 6 necesidades básicas que debemos tener cubiertas para ser poseedor de ese valioso equilibrio emocional del que hablamos:

1. La certidumbre
2. La Incertidumbre
3. La "Significancia"
4. El Amor o Conexión
5. El Crecimiento
6. La Contribución

Hoy os hablaré sobre la primera:

1. La CERTIDUMBRE - Necesitamos sentirnos seguros de las cosas importantes que ocurren en nuestra vida cotidiana. Hechos tan simples como tener la seguridad de que cuando abras el grifo va a salir agua, pueden ser responsables de hacernos sentir equilibrados o no.  Si cuando me levante mañana, no tengo la seguridad de que mi coche va a arrancar, ésto me provocará un nivel de ansiedad que alterará mi forma natural de "ser". Sentir dudas, no tener la seguridad de que las cosas funcionarán como necesitamos que funcionen, pueden alterar de forma considerable las sustancias químicas de nuestro cerebro y por tanto nuestro equilibrio emocional.

No siempre podemos influir directamente en que las "cosas materiales" de la otra parte de nuestra relación, funcionen, pero sí podemos contribuir a que en su interactuación con nosotros, no exista esa inseguridad que tantos problemas puede provocar.

De modo que, si algo en mi relación con mi pareja, amigo o cliente no está funcionado como quisiera, debería empezar por preguntarme:  ¿mi comportamiento en esta relación está produciendo inseguridad en la otra parte?

La forma más fácil de conseguir paliar esta "ansiedad" en la otra persona es ofreciedo la información necesaria.

Con frecuencia, "pecamos" de ser escuetos en nuestra comunicación, ya que damos por hecho que la otra parte ha entendido y que con la información que le hemos proporcionado, ha tenido más que suficiente. Otro error común es pensar, que si necesita más información, la pedirá. No todas las personas actúan de la misma forma ni tienen los mismos patrones de conducta, por tanto existen personas que a pesar de necesitar más información, no la piden por varios motivos: timidez (no quieren molestar) sentido del ridículo (el otro puede pensar que soy torpe) exceso de confianza en el otro  (si no me lo ha dicho es que no es importante o no tiene más información), etc. etc.

En ocasiones una simple puntualización, una explicación más detallada o lo que suele ser más útil: una pregunta clave, pueden ayudar a mitigar la ansiedad que la incertidumbre produce y que si no se palia a tiempo, puede disparar los niveles de ansiedad hasta provocar esas desagradables emociones negativas que tanto dañan a cualquier tipo de relación.

Si en ocasiones nos hacemos este tipo de preguntas:

Por qué mi cliente desconfía de mi puntualidad al entregar el producto?
Por qué mi secretaria se equivoca tanto?
Por que mi jefe no me apoya?
Por qué mi pareja muestra celos en ocasiones? etc. etc.

Es muy posible que nuestro comportamiento "esquivo" esté produciendo esas dudas que serían fácilmente subsanables con un poco más de información.