domingo, 20 de septiembre de 2009

La experiencia...

Leyendo a una gran escritora que encontré por casualidad y que además es Coach, me encontré con un artículo en el que decía haber tenido una entrevista con un Consejero Delegado de una gran empresa vasca. Hablaron sobre la capacidad de trabajo del ser humano y resumió lo siguiente: "Entre los 25 y los 35 años... etapa de aprendizaje. De los 35 a los 45 etapa de la inteligencia (se sabe aún poco pero se vende como si se supiera mucho porque hay que pagar la hipoteca, las vacaciones y la ortodoncia a los niños). Entre los 45 y los 65 etapa del conocimiento: sabes de verdad lo que te traes entre manos- desde la experiencia acumulada- y realmente aportas a las empresas con las que trabajas. De ahí en adelante entras en la etapa de la sabiduría, momento en el que regalas lo que has aprendido, lo que sabes, lo que importa, lo que te hubiera gustado que te contasen cuando tu tenías 25" A pesar de poder estar de acuerdo con estas "etiquetas", no dejan de ser generalizaciones por lo tanto, paradigmas. Indudablemente la experiencia es un grado... pero que es la experiencia? la cantidad de años acumulados?? en mi modesta opinión: NO Considero que la experiencia es consecuencia de la actitud con la que paseamos por esos años. Recuerdo cuando la "antigüedad" en las empresas era un grado... de hecho en mucho estamentos oficiales sigue siéndolo. Ascienden por cantidad de años dedicados, dando por hecho que esos años han forjado a la persona en ser más experto/a. Muchos de nosotros habrá oido alguna queja de alguien diciendo: "con los años que llevo aquí y ascienden a aquel que lleva bastante menos que yo" este comentario daría para horas de debate, en algunos casos, efectivamente podría ser una injusticia, pero no en todos. Por otro lado, bien es cierto que llegado a cierta edad, en la que me incluyo, la perspectiva de la vida es diferente, y la actitud en general más serena, hay más capacidad de análisis, y en muchos casos con más criterio, pero repito: "en general" ¿Qué diferencia entonces a unos y otros? Antes dije que era la actitud, y como sabemos la actitud viene de la acción. ¿Qué ocurre para que alguien decida actuar o por el contrario, pararse? En esta respuesta no tengo la menor duda: EL MIEDO El miedo es lo que nos aleja de desarrollarnos de una u otra forma. El miedo paraliza... no nos deja "ATREVERNOS" Uno de los mayores miedos es el miedo al fracaso. No asumimos bien el fracaso, no acabamos de aceptar que somos humanos y que no tenemos que hacerlo bien a la pimera. Equivocarnos es la forma más efectiva de aprender, ya que aparte de que nos mueve a buscar la solución, aprendemos a la vez a saber como "no hay que hacerlo" y este aprendizaje es el que forma parte de la experiencia, el verdadero valor del saber. Os animo a que os atreváis, sin miedo a no acertar, recordad... somos humanos!

4 comentarios:

  1. Hola guapa!!!

    Solo decirte que leo con muchísimo interés todo lo que escribes.

    Es que después de leer tu post me he ATREVIDO a escribirtelo.

    Como decía la letra de una canción de seguridad social...

    "Acción, libertad de pensamiento;
    acción, con el cerebro y el corazón.
    Acción, anulando el estancamiento;
    acción, para iniciar, nuestra revolución.

    ¡Que nos vaya bien!,
    ¡vamos a pasar a la acción!"

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  2. Efectivamente, el miedo es un problema muy importante que lleva a no actuar o a actuar de manera equivocada.
    Pienso que no se trata ya sólo de un mal individual, sino de un mal social. Me explico...
    La sociedad en la que vivimos hoy en día no nos enseña a aceptar respuestas o resultados negativos en nuestra vida, pareciendo que sólo vale el triunfar, el llegar a lo más alto sin importar el camino, el tener siempre más y mas, el no conformarse con lo que se tiene, el llegar a ser como tal personaje famoso, etc...
    Como eso son cosas que en la mayoría de los casos es imposible, creo que eso genera una especie de "ansiedad social" que se transforma en el miedo a no llegar a todo eso a lo que nos empuja la sociedad, con el miedo consecuente a quizás ser rechazados por esa sociedad que nos pide unas cosas a las cuales no llegamos.
    Y ese miedo atenaza a la gente, que prefiere no actuar antes que arriesgarse a que "quizá salga mal" o que si realmente sale mal, aceptarlo como algo natural, como que las cosas a veces salen bien y otras salen mal.
    Y también se podría analizar que a lo mejor ciertas cosas que parece que han salido "mal" a lo mejor no han salido tan mal como nos parece y al final le acabamos sacando provecho y todo.
    Así podríamos aprender mejor el significado de la frase que dice "no hay mal que por bien no venga".
    Saludos!

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  3. Gracias Sergio!

    En eso estamos... muy buena la letra, si, lo de "acción con el cerebro y el corazón" es genial, porque creo que ambos tienen mucho que decir en nuestros aciertos.

    Un beso!

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  4. Tienes mucha razón, es un mal social. Pensamos demasiado en lo que esperan los demás de nosotros en lugar de pensar en que esperamos de nosotros mismos y que precio estamos dispuestos a pagar por ello. Antes de un beneficio, siempre hay una inversión y a veces este coste es simplemente equivocarse y aprender... lo bueno que tiene es que a diferencia de otros "gastos" este es inagotabe.

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