lunes, 3 de agosto de 2009

Lo siento, no puedo!

Estamos en plena temporada estival, lo que para muchos significa vacaciones y por lo tanto, relax y ocio. No tener prisa, no tener que estar pendiente del reloj, alejarse de ese estado frenético que a veces nos "impone" nuestra vida profesional, es algo que se ansía durante gran parte del año. Sin embargo, cuando observamos desde fuera a los veraneantes, vemos que en muchos casos, ese "ritmo loco" del trabajo diario ahora se convierte en "ritmo loco" por conseguir la primera hamaca de la playa, por llegar antes que nadie para coger el mejor aparcamiento, etc. etc.
Me llama mucho la atención que eso que deberían ser unas vacaciones relajantes que permitan hacer realmente lo que uno desea, a la hora que lo desea y con quien lo desea, se convierta en un estrés similar al que algunos tienen durante el resto del año (lo único que parece cambiar es el escenario)
Llamadme exagerada, si lo deseais, pero lo vivo a diario entre mis vecinos de hamacas, aún así, lo que más me llama la atención es las veces que les oigo decir "lo siento, no puedo" (más abajo explicaré por qué me causa sorpresa, antes os pondré en situación)
"El matrimonio ha llegado por fin a la playa, el marido se acaba de encontrar con su amigo de la infancia al que le ha gustado ver... le apetece charlar con él sobre sus momentos de juventud... etc. etc. y cuando éste le dice: "¡vente a tomar una caña !" éste contesta: "lo siento, no puedo, mi mujer está sola"
Analicemos esto: ¿Qué podría significar "mi mujer está sola? Mi mujer no quiere estar sola en la playa? Mi mujer no quiere que me vaya solo al chiringuito? Mi mujer quiere que esté tumbado en la hamaca para que esté pendiente de los niños? etc... podría significar muchas cosas, pero lo que vemos con esto, es que ella, en este caso (que podría ser al revés) es la que está eligiendo lo que él puede o no puede hacer. Démosle una vuelta de tuerca... podría ser que él "supone" que eso es lo que ella desea, y por lo tanto da por hecho que así debe ser. En cualquier caso, y suponiendo que él sí desea irse a tomar esa caña, al utilizar el "no puedo" está respetando totalmente lo que ella "quiere" sin embargo no está respetando sus propios deseos.
Efectivamente, como estáis pensando, él podría estar priorizando. Quizá ha valorado las consecuencias, si se va a tomar esa caña y prefiere no hacerlo ya que el placer que le va a producir ese ratito de charla no es comparable con el "malestar" que pudiera producirle un enfado de su mujer, o su sentimiento de culpabilidad. En cualquier caso ha tomado una elección libre, sin embargo ha utilizado el "no puedo" en lugar del "no quiero".
Cuando uno elige, elige lo que quiere, no lo que puede, eso no sería una elección sino una imposición.
Esto mismo nos ocurre a diario, incluso antes de tener en cuenta las posibles opciones, utilizamos el "no puedo" para, de alguna forma, justificarnos a nosotros mismos que no hacemos aquello que deseamos porque "un señor grande y feo nos está amenazando con una faca".
No es fácil comprometerse con uno mismo, lamentablemente estamos acostumbrados a no respetarnos, pero como en el fondo nos parece mal, utilizamos el "no puedo" para hacer parecer la falta mas leve.
Dicen los sabios que para amar, antes hay que amarse a uno mismo y creo que una mayoría estamos de acuerdo con esto... pero... ¿no creeis que el respeto es parte fundamental del amor?
Algún lector estará pensando que esto que aquí escribo se traduciría en egoísmo, y no le culpo, nos han enseñado desde pequeños a no respetarnos, no es fácil borrarlo de repente, aunque la satisfacción que produce quitarse de encima una creencia así, no tiene precio.
Para terminar, solo os animo a que cada vez que estéis a punto de decir "no puedo" preguntaros si realmente "queréis" y si es así elegid libremente, pero no os engañéis. Se vive mucho más feliz fuera del engaño.

4 comentarios:

  1. Hola! Para mí es un placer estrenarme como comentarista de este blog.
    Me parece interesante lo que comentas, ya que eso genera un eterno debate entre el querer y el poder.
    Se puede enfocar desde muchos puntos de vista, uno el que ya has expuesto claramente y otros como de la gente que vive en un constante "quiero y no puedo", o el punto de vista que se aprecia en una frase que reconoceremos haber escuchado muchas veces, es el: "hace más aquel que quiere, que el que puede", destacando aquí que muchas personas tienen la gran posibilidad de hacer cosas, pero las dejan escapar, mientras ven que otros que aparentemente, tienen menos posibilidades, sí que lo realizan.... ¿porque? porque sin apenas poder, sí que han querido, y lo han hecho.
    Es la fuerza de la mentalización, y la importancia de conocerse así mismo para conocer mucho mejor nuestros límites y sobretodo, de lo que somos capaces de hacer.

    Saludos, Juan.

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  2. Muchas gracias por tu participación y tu comentario tan acertado, Juan. Efectivamente, a veces no entendemos porque alguien "a priori" más limitado que nosotros, consigue más... e indudablemente la respuesta está en la ACCIÓN. Cierto es que todos tenemos límites, pero si nos atreviéramos más nos daríamos cuenta que esos límites están mucho más lejos de lo que pensamos.
    Algo muy importante que se trabaja en el Coaching son precisamente las "creencias limitantes" y los resultados son increíbles cuando nos liberamos de trabas y somos conscientes de que todo es mucho más fácil de lo que creíamos.
    Un Saludo
    Rafi

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  3. Interesante eso de las "creencias limitantes", seguramente todos tenemos una o varias de ellas. Sólo que me ponga a pensar un poco, ya me he dado cuenta que he tenido y tengo alguno de esos límites que nos auto-imponemos y que nos condiciona nuestra propia conducta.
    Cuando hablas de trabas, no sé si se podrían incluir aquí los "apegos", aquella relación con algo material (o inmaterial) que también actúa a modo de trabas.
    Aunque igual este es otro tema para tratar en un post aparte.
    Saludos,
    Juan.

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  4. Efectivamente Juan, una gran mayoría tenemos no una o dos, sino bastantes creencias limitantes. Unas aprendidas desde niños, otras por la Sociedad y otras de nuestra propia cosecha. En cuanto a los apegos, podrían serlo igualmente, siempre que creer en ellos nos limiten de alguna forma. No obstante lo amplío en el próximo post.
    Gracias de nuevo, fiel seguidor :)

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